viernes, 13 de abril de 2007

Hablemos de cuero, hablemos de LEATHER.


Hablemos de cuero, hablemos de LEATHER.


por Carlos Ceballos

CLUB LEATHER DE MEXICO

Publicado en Enkidu Magazine


El cuero es la piel animal tratada y sin pelos, curtida; una labor humana desarrollada y utilizada desde hace siglos. Este lustroso material, suave o duro al tacto, según su acabado glaseado o tipo ante, es objeto de las fantasías erótico-afectivas en un reducido sector de la sociedad, materializadas en chamarras, pantalones, chaparreras, chalecos, guantes, faldas, arneses, muñequeras, gorras, botas, etc.


Hombres y mujeres de diversas épocas, han sido participantes en la resolución de sueños y deseos donde el cuero está involucrado. En relatos e ilustraciones alemanas del siglo XIX podemos encontrar ejemplos precisos de su aprecio y uso, por parte de los amantes, en sus encuentros íntimos.


Esa fascinación especial por prendas, accesorios, o calzado hecho de cuero, combinado con prácticas eróticas y sexuales, han sido motivo de diversos adjetivos para referirse a ello: perversión, fetichismo, parafilia, filia, son algunos de ellos. Todo dependerá desde qué tipo de concepción moral, psicológica, antropológica o sexual invoquemos.


A finales de los años 40´s del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, surge en la sociedad estadounidense, un movimiento particular entre hombres homosexuales, acostumbrados al rigor, ordenanza, disciplina, la camaradería, hombres de aspecto y actitudes varoniles que se relacionaban entre si, pero que como característica especial se encontraba el uso de ropa y calzado de cuero, combinado con atuendos vaqueros, militares e industriales.


No fueron pocos los que adoptaron la vestimenta de motorista macho que usó Marlon Brando en la película The Wild One, (El Salvaje), personaje que se volvió ícono, no sólo entre la población homosexual. Brando era el carismático y atractivo jefe de un grupo de motociclistas; la combinación de la chamarra de cuero cruzada, de los aviadores ingleses, las chaparreras venidas de los charros mexicanos, las recias botas de motorista, la gorra tipo militar alemana, unos jeans gastados y camiseta sudada, montado en una potente motocicleta, despertaron el erotismo adormilado en muchos otros hombres al paso de los años.


Ya en los años 50’s, toda una organización de grupos crecieron a lo largo de Estados Unidos, Canadá y Europa, bajo el emblema de LEATHER, LEATHER MAN, LEATHER GROUP, LEATHER BAR, etc. la gran mayoría de ellos siguiendo las normas sociales de convivencia estipuladas por la OLD GUARD, los pioneros de este estilo de vida.


Por su apariencia y actitud, se han creado alrededor del leather una serie de mitos. El más recurrente es el hecho de que a estos individuos o grupos se les relaciona automáticamente con las prácticas sadomasoquistas, que operan proporcionando o recibiendo dolor de forma física o emocional.

El culto al cuero y el sadomasoquismo no son sinónimos, ni todos los que visten de cuero son sadomasoquistas, ni los que practican sado-masoquismo están interesados en el cuero.


El sadomasoquismo es una práctica que no requiere un atuendo específico, puedo asegurar que se tratan de dos mundos muy diferentes, pues he participado en ellos, teniendo una predilección definitiva por el mundo del cuero, del estilo de vida leather.
Un dato, en México tan sólo entre el 12 % y 15 % de hombres gay involucrados en el leather, se consideran exclusivamente participantes del sadomasoquismo. El 65 % se identifican como exclusivamente fetichistas, adoradores del cuero. Fuente: Club Leather de México.


En la concepción más clásica del leather, se identifica con hombres homosexuales que valoran cualidades marcadamente masculinas: cuerpos velludos, voz grave e imperativa, gestos recios, aroma a sudor, tatuajes, entre otras, cubriéndolos todo tipo de prendas hechas de cuero, preferentemente negro, sin olvidar unas imprescindibles botas gastadas, pero también con un gran conocimiento y refinamiento respecto a las prácticas de dominación o sumisión.


Actualmente existen grupos de todo tipo dentro del emblema leather: heteros, lesbianas, mixtos, light, hard...


Según las definiciones, el fetichismo es darle u otorgarle a un objeto, artículo, imagen, etc, valores adicionales a los que está hecho originalmente.

Hay fetichismo por la seda, el látex, la mezclilla, la ropa interior de encajes, los perfumes, los atuendos deportivos, el cabello largo, los pies, una flor o fruto, en todo aquello que erótica o sexualmente nos excite, además de las personas. En el caso del leather, se otorgan valores sexo-afectivos a las prendas de cuero.


Para los eminentemente fetichistas, compartir el cuero es todo un ritual que trasciende las relaciones genitales; es parte de la escena, del encuentro, más no lo primordial. Se anteponen muchas veces el goce y el placer por medio de los sentidos al oler, ver, tocar, escuchar o lamer el cuero.


Entre los practicantes del sadomasoquismo se establecen contactos, relaciones y hasta contratos muy elaborados, donde uno es el Amo y el otro el esclavo, el Dominante y el sumiso, que no tiene nada que ver con los conceptos comúnmente conocidos como activo – pasivo. En el mundo leather, los roles y adjetivos son más complejos y refinados, existen no pocos Amos, que además de dominar a su esclavo, les gusta ser penetrados por este; otro de esos mitos conocidos, es que a los Amos o Masters sólo les gusta penetrar.


El mundo leather ha creado toda una subcultura, con servicios, bares, arte, tiendas, publicaciones, y demás.

También ha creado sus propios códigos de comunicación, sin palabras, para el encuentro y la acción.

Esto se puede observar al distinguir de qué lado traen aretes o perforaciones en el cuerpo, cadenas, llaveros, brazaletes y muñequeras, pero de manera muy clásica un pañuelo o paliacate. En el mundo leather cada color de un pañuelo tiene el significado de una practica erótica o sexual específica, su nivel de intensidad, el lugar donde se lleva puesto también es muy importante, sobre los códigos del mundo leather escribiré en la siguiente entrega. Solo dos ejemplos: traer un pañuelo azul claro en el bolsillo izquierdo del pantalón, significa que quiero que me la chupen; traerlo en el bolsillo derecho se está indicando que ofrezco mi boca para mamar. Usar un paliacate rojo en el bolsillo izquierdo es igual a: quiero meterte el puño en el culo, el mismo color en el bolsillo derecho indica: quiero que me cojas... con el puño.


Las cualidades objetivas del cuero son la solidez, la duración, la elasticidad, y la protección. Defiende del viento, del frío y aún de las lluvias por sus cualidades impermeables. La chamarra de cuero, ajustada, se ha hecho privativa de los motoristas, y raya en el mito cuando es negra. Toda la vestimenta de los motoristas jóvenes es más simbólica que funcional. El cuero es muy sexual, la sensualidad de su apariencia es buscada irremediablemente por el tacto, acerca a las cualidades viriles, opuesto a lo femenino.


El emblema leather se puede vivir de varias maneras, plenamente asumido, culposamente practicado, convenientemente reprimido, todo dependerá de nuestros intereses, y del grado de auto-aceptación a nuestra propia naturaleza. Afortunadamente en nuestros días se puede trabajar desde lo íntimo este y otros asuntos, para vivir en conciencia y plenitud nuestras opciones sexo-afectivas.

A cada cual le corresponde decidir vivir de acuerdo a como otros quieran que lo hagamos, o como a nosotros nos gustaría hacerlo.


Recuerda: si no hay cuero, no es leather.


Por siempre leather y en botas: Chiquileather.

México, D. F. 29 abril 2005